La comarca de Tiermes fue durante los siglos VIII al XI tierra fronteriza entre cristianos y musulmanes, sufriendo un abandono tan notable que persiste hoy en día. Tras la victoria cristiana, pese a un intento inicial de recuperación de la antigua ciudad, la población de Tiermes que en su mayoría ya estaba dispersa en pequeños núcleos, termina por ser absorbida por los pueblos vecinos (Pedro, Sotillos, Manzanares, Carrascosa, Valderromán, Jurdiel, agunos ya desaparecidos y los demás superviviendo con muy poquita población). Es entonces cuando Caracena se convierte, desde la baja Edad Media, en la cabecera comarcal gracias a la configuración de la Comunidad de Villa y Tierra de Caracena y pasando a sustituir a Tiermes en su papel centralizador, de asentamiento aglutinador de la zona.
Retortillo de Soria, una encantadora villa con algunas casas de sabor señorial, que se halla próxima a la antigua calzada romana que conectaba Segontia (la actual Sigüenza) con Tiermes. Aunque vive a la sombra de su ilustre vecina termestina, posee un encanto propio en el que destacan las centenarias puertas de acceso a esta localidad, que en su día estuvo amurallada.
Pedro, localidad que posee una modesta iglesia cuyos sillares de piedra guardan trazas del arte visigótico (pese a que en su mayoría ya se la pueda adscribir a orígenes románicos) y un paisaje espectacular propio de estos confines sorianos. Como curiosidad se puede decir que un componente del grupo musical Celtas Cortos desciende de este pueblecito, en el que actuaron en alguna ocasión.
Castro, aunque ya cerca de la provincia de Guadalajara, es un pueblo ubicado en la misma provincia de Soria, siendo una población agrupada al ayuntamiento Retortillo de Soria. Su iglesia, de estilo románico y gótico, y la ermita de Nuestra Señora conservan vestigios visigodos, arco triunfal de herradura y elementos románicos en sus puertas y muros. Situado entre las Sierras de Pela y El Cogollo, es el origen del río Castro. El característico color rojizo de su tierra y piedra confieren una gran personalidad a este asentamiento.
Caracena, un pueblo que como sus vecinos se ubica al suroeste de Soria, formando parte de la Ruta de la Lana, Camino de Santiago que conecta Cuenca con Burgos, para enlazar con el camino francés, atrayendo peregrinos de Valencia y resto del Levante. De su pasado distinguido conserva un rollo gótico, cárcel, dos iglesias románicas y un imponente castillo. Flanqueado por dos cañones naturales resultado de la erosión, el entorno natural completa un destino turístico de primer orden pero muy olvidado.
Montejo de Tiermes, destaca por su fuente romana, una atalaya defensiva de origen musulmán y la iglesia de San Cipriano, de estilo románico con un retablo barroco del siglo XVI. Su cercanía al yacimiento de Tiermes lo convierte en paso obligado y un destino turístico e histórico de interés, al que hay que sumarle el dinamismo y compromiso de sus gentes para con su pueblo, aunque en su mayoría no residan permanentemente en el mismo.
Valderromán como las anteriores, también situado al suroeste provincial y también albergando a un número muy redicido de habitantes durante todo el año, enfrenta un clima continental extremo y por ello, como toda la zona, forma parte de la conocida como España Vaciada. Sus casas de piedra mantienen una arquitectura tradicional, con dinteles tallados por canteros gallegos. Son bien conocidas sus encinas de robustas ramas y gruesos troncos, entre las que destaca una que -pese a haberse desgarrado en varias ocasiones- aún mantiene en pie su gran porte.
Carrascosa de Arriba, comparte ayuntamiento con Montejo de Tiermes (que es la cabecera de la comarca) y está atravesado por el río Tiermes. Varias de sus casas muestran embutidas en las fachadas, sillares tallados y cincelados, de notable belleza y orígen romano.
Sotillos de Caracena, Manzanares y Noviales, son localidades (las dos primeras se encuentran abandonadas) con una historia ligada a sus recursos naturales, como el río Pedro, fundamental para la agricultura y la alimentación de subsistencia de los que fueron sus moradores. Noviales aún mantiene población y destaca por su bello paisaje y producción de judiones, famosos en la región.
Tarancueña, al otro lado del río, ha revelado restos arqueológicos romanos en el área urbana, y se especula sobre la presencia celtíbera anterior. Durante la invasión islámica, la zona estuvo escasamente poblada debido a la tensión entre Castilla y Al-Ándalus. Forma parte de la ruta senderista que une esta localidad con Caracena, recorriendo el cañón del río Caracena, que discurre entre ambas poblaciones.
Liceras, junto a Montejo es uno de los pueblos más importantes de toda la comarca, teniendo una población de unos 60 habitantes, que aumenta considerablemente en los meses de verano, ofreciendo un entorno tranquilo y natural para unas vacaciones relajantes. Aunque pequeño, está en constante desarrollo y sus habitantes disfrutan de comodidades en sus hogares, sus calles bien arregladas y zonas de ocio y esparcimiento.